Cuentos

Naira

«Pablo Leandro e Irene Crípez se conocieron en el quinto mes de lluvias del otoño más largo de la historia del Caribe. Fue a la salida de la misa de las doce, a la que acudió todo el pueblo por octavo domingo consecutivo para rezar por el cese de aquel aguacero que todo lo había empantanado y que había repartido enfermedades, hambre y muerte por toda la comarca. Era la primera vez que dos ciegos coincidían en aquel pueblo vetusto al que hacía tiempo que ya no llegaban cartas para nadie…»

Termina de leer el cuento – qué bonico el cuentecico – aquí: Naira

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